Usa dos frascos de vidrio y agrega primero la avena y luego las semillas de chia. Vierte la leche y endulza con miel de abeja. Cierra el contenedor y colócalo dentro de la nevera. Deja que la chia y la avena absorban la leche durante la noche.
Prepara la fruta pelando y cortando el pérsimo y también machacando un poco del caqui o pérsimo para hacer un puré. La granada puedes usarla frescas o congelada. Corta unos trozos pequeños del panal para uso posterior.
Al día siguiente saca de la nevera la chía y la avena lista para agregar la fruta. Abre el contenedor y con una cuchara abre surcos para poder agregar la fruta.
Agrega primero la rodajas de pérsimo, una de cada lado. Cubre con puré de pérsimo y agrega la granada y por último los pedazos de panal. Cierra el contenedor y decora son una servilleta y un listón para terminarlo con un moño.
Mantén el recipiente cerrado dentro del refrigerador y cuando estés lista para empacar la lonchera, incluye una bolsa de hielo para conservar la temperatura y evitar el deterioro.
Notas
La granada la puedes usar fresca o congelada.
Lo que hago es que compro cuando está en temporada, la pelo y desgrano, para luego congelarla para usar en otras aplicaciones y así poder disfrutarla aún cuando la temporada haya terminado.
Disfruta esta chía con avena para el desayuno pero también se puede comer como aperitivo o de postre.