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Los chiles rellenos de queso son parte del menú tradicional de mi familia durante la Cuaresma. Muchos lindos recuerdos vienen a mi mente con esta receta que estoy a punto de compartir con ustedes en esta serie de "7 Semanas de Recetas de Cuaresma".
INGREDIENTES
- 8 Chiles Poblanos (asados, pelados y limpios)
- 4 tazas de queso rallado manchego o Monterrey Jack
- 2 huevos
- 1 taza de harina para todo uso
- Aceite canola
Para la salsa:
- 3 tazas de puré de tomate
- 1 taza de agua
- 1 cubo de caldo de pollo
- sal y pimienta
- 1/2 cucharadita de azúcar
Para adornar:
- 1 taza de tomates picados
- 1 taza de cebolla blanca finamente picada
- 1/2 taza de cilantro finamente picado
Tiempo de preparación: 1 hora, sirve 4-6 personas. Costo aproximado es de USD$ 2.50 por persona dependiendo del costo en tu mercado local. Vas a necesitar una batidora, una sartén, una cacerola honda, tazones. Esta receta la puedes preparar con un día de antelación. Esta receta es un poco laboriosa, pero vale la pena.
Asa los chiles poblanos en un comalito o directamente en la llama de la estufa; cuando listos colócalos en una bolsa de plástico durante diez minutos para se suden y se puedan pelar mas fácilmente. Pela, quita las semillas y la venas para que chile no quede tan picante pero no remuevas el tallo. Rellena los chiles con el queso rallado y revuelca uno por uno en harina. Este ayudará a que el huevo batido se pegue mas fácilmente.
Para el rebozado separa la yema de las claras. Bate las claras con la batidora hasta obtener picos blancos suaves como consistencia de merengue. Añade las yemas una por una e incorpora. El color del rebozado será de un color amarillo suave. Después toma cada chile poblano por el tallo y reboza en el huevo batido, asegurando de cubrir generosamente.
En una sartén ten listo el aceite caliente listo para freír (alrededor de 350° F). Fríe los chiles poblanos uno por uno hasta obtener un color dorado. Déjalos reposar sobre una servilleta de papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Puedes colocar dentro del horno para mantener los chiles calientes.
Para preparar la salsa de tomate en una cacerola agrega el puré de tomate y los condimentos y deja que hierva a fuego lento. Para preparar la salsa de tomate fresco usa los tomates picados, la cebolla y el cilantro combina en un tazón y añade un poco de sal. Esta salsa servirá como decoración pero también para dar una textura fresca al platillo.
Para servir, coloca un chile relleno en un plato extendido, baña con un poco de salsa de tomate y decora con la salsa de tomate fresca. Aunque esta receta es un poco laboriosa estoy segura tu familia la adoptará como una de sus favoritas. Cuando pase la Cuaresma puedes rellenar los chiles poblanos con picadillo o bien ponerte creativa tratando otros sabores, como rellenar con pescado, camarones o frijoles refritos.
¡Feliz semana!
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