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El año pasado tuve la oportunidad de viajar a la Ciudad de México y una visita a "La Casa Azul" era imprescindible. Yo viajaba con mi marido y quería mostrarle mi cultura mexicana así que una visita al Museo Frida Kahlo fue la actividad perfecta para iniciar nuestro viaje de inmersión en la cultura y el arte mexicanos. Hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia en la casa de Frida ya que este mes estamos celebrando el cumpleaños de Frida Kahlo y quiero hacer un pequeño homenaje a su legado. La casa de Frida conocida como "La Casa Azul" se encuentra en la zona de Coyoacán al sur de la ciudad de México en la esquina de las calles Allende y Londres. Esta casa fue el lugar donde Frida nació el 6 de julio de 1907, fue su domicilio permanente y el lugar donde falleció.
Coyoacán es una ciudad rica en historia que data del año 5000 A.C. y fue un pueblo ocupado por varias culturas prehispánicas incluidos los Olmecas y los Toltecas, quienes luego se convirtieron en Coyohucas. Se da este nombre a los que han nacido en la ciudad de Coyoacán y fueron los primeros residentes del lugar. Al pasar los años, en la década de 1900's el área se convirtió en el lugar favorito de muchos artistas, pero los residentes más famosos eran Frida Kahlo y Diego Rivera. Diego es uno de los artistas más importantes del muralismo mexicano, su obra de arte es bien conocida en todo el mundo, así como sus romances constantes causa del dolor de Frida.
Cuando entras a la casa de Frida te sumerges en su mundo, su estudio donde pintaba junto con Diego y su dormitorio, donde vivió sus últimos días. Uno de mis lugares favoritos fue la cocina, con estufa de carbón y madera, como en antaño, ollas de barro y utensilios de madera. Cuando entré a su cocina me pude imaginar a ella y a su cocinera preparando mole y otros platillos tradicionales mexicanos. Me pregunto cuántos maravillosos sabores y olores habrán salido de esa cocina, una obra de arte de verdad.
Luego, en frente de la cocina del comedor adornado con artesanías mexicanas representativas de varios estados de la república así como divina cerámica, como el barro verde de Oaxaca y piezas de Olinalá.
Allí mismo, en el comedor se accede al jardín que tiene una réplica de un templo ceremonial y muchas plantas tropicales exuberantes, así como los ídolos prehispánicos tallados en piedra volcánica. Puedes incluso encontrar gatos residentes que pasan el rato durmiendo y merodeando el jardín y quienes y han hecho propia la casa de Frida también.
Nuestra visita a La Casa Azul fue muy especial y nos dejó con algunas reflexiones sobre su vida y su sufrimiento por lo que este artículo se lo dedico a Frida como un pequeño homenaje su legado y a su inmenso amor por México, nuestra cultura y tradiciones. Frida, puede que no estés más en la tierra, pero tu espíritu y tu arte viven por siempre a pesar del tiempo.
Te recordamos en tu cumpleaños este 6 de julio.
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